Impresiones de Vietnam con Mai Chau

Ho Chi Minh: Cada vez más internacional pero inequívocamente vietnamita, la antigua Saigón desprende una energía visceral que encantará a los amantes de las grandes urbes. En esta ciudad no cabe la neutralidad: o uno se ve atraído por su vórtice de emociones e hipnotizado por su el perpetuo zumbido de las motos, o se siente abrumado. Quien se sumerja en ella se verá recompensado por la historia, la deliciosa comida y una animada vida nocturna que sirve de ejemplo para el resto del país. En Saigón siempre hace calor, así que hay que aflojarse la ropa y disfrutar.

Hoi An: Es la ciudad más cosmopolita y sofisticada de Vietnam, un antiguo puerto repleto de restaurantes, bares y cafeterías modernas, tiendas curiosas y sastres expertos. Un lugar donde sumergirse en la historia en las callejuelas del casco antiguo y recorrer sus templos y pagodas, donde comer como un emperador con el presupuesto de un campesino, o incluso, donde aprender a cocinar. También hay que visitar la fantástica playa de An Bang, pasear por el río y recorrer las carreteras secundarias en bicicleta. Hoi An lo tiene todo.

Hue: Capital nacional en el s. XIXy principios del s. XX, Hué tal vez sea la ciudad vietnamita más seductora. Su ubicación, asomada al río del Perfume, es sublime; su compleja cocina, merecidamente famosa; y sus calles tienen relativamente poco tráfico. Y eso sin contar la majestuosidad de su ciudadela, sus residencias reales y elegantes templos, sus formidables murallas y puertas. En las afueras se encuentran algunas de las pagodas y tumbas reales más impresionantes de Vietnam, muchas de ellas en un entorno natural maravilloso.

Hanoi: Antigua y dinámica a la vez, la capital de la nación se precipita hacia la modernidad pese a mantener su tradición. Para descubrir la embriagadora mezcla de historia y ambición de Hanói solo hay que pasear por las calles del barrio antiguo, tomar un café, disfrutar de una saludable sopa de cangrejo y fideos o comprar algunas baratijas en sus tiendas. Luego se puede descubrir la marchita decadencia del barrio francés e ir al cosmopolita Tay Ho para gozar de una cena de lujo y descubrir el floreciente panorama artístico de la ciudad.

Bahía de Halong: La asombrosa combinación de montañas kársticas y relucientes aguas de la bahía de Halong es uno de los mayores atractivos de Vietnam. Por suerte, al haber más de 2000 islas, hay espacio más que suficiente para todos. Conviene unirse a un crucero nocturno y sacar tiempo para disfrutar de esta maravilla, Patrimonio Mundial de la Unesco. Hay que levantarse pronto para ver el etéreo amanecer entre la bruma y remar en un kayak hasta grutas y lagunas. Si se tiene ganas de más, se recomienda la bahía Lan Ha, menos turística e igualmente espectacular.

Mai Chau: Mai Chau ofrece un ambiente de naturaleza a apenas pocas horas de distancia de la bulliciosa capital. Así poco a poco nos vamos adentrando en zona de arrozales rodeados de montañas, desde las cuales podremos admirar el magnifico valle. Además podremos conocer a la principal población que la habita, un pueblo de minoría Tai.

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